Desde luego, que la noción de “hacer deporte” cada vez se vuelve más subjetiva, y uno puede hacer una actividad deportiva casi de lo que le dé la gana, si a eso vamos. Si os cuento esto, es porque tengo un amigo que volvió su mayor afición, los videos xxx amateur, una manera de mantenerse en forma, ganar dinero y darle sentido a su vida ya de paso.
Lucas supo desde siempre que era gay, pero cuando se lo confesó a su familia no lo tomaron demasiado bien, así que no tardó mucho en buscar trabajo e irse a vivir solo cuando acabó la universidad. Fue de mecánico, nada que ver con lo que había estudiado, pero como le gustaban los motores tampoco lo pasó tan mal; él buscaba un medio de ganarse la vida y lo encontró, así que por ahí andaba, viviendo con un sueldo pequeño pero suficiente para él solo, y aunque se separó un poco de la familia, ahora podía estar lejos de sus ojos vigilantes y críticos y vivir la vida como a él le gusta, llevarse ligues a su casa, follar con hombres cada vez que se le antojaba, y lo mejor, disfrutar del porno online sin que nadie lo cuestionara ni se metiera en sus cosas.
A Lucas siempre le gustaron los videos porno que veíamos por internet, y era gracioso, porque siempre se fijaba en detalles que a los demás, en pleno calentón, siempre se nos pasaban por alto. Cualquiera diría que los veía para hacer un examen técnico en vez de para pajearse como hacíamos nosotros, y si no fuera porque veía como su polla se empalmaba tarde o temprano con ellos, de verdad hubiera creído eso. Pero tengo que reconocer que cuando un día dijo que estaba pensando en convertirse en un actor de porno gay, no me sorprendió demasiado.
Él no era un tío demasiado atractivo, quiero decir, estaba algo cachas y a veces era resultón, pero no uno de esos galanes que andan por ahí y se llevan a las tías, o tíos en este caso de calle, nada que ver. De ir al gimnasio juntos, lo había visto desnudo, y la verdad es que su rabo tampoco me parecía nada del otro mundo (claro que desde mi punto de vista hetero quizá no soy el más adecuado para juzgarlo). Así que, ante esta noticia, le pregunté si realmente creía que tendría éxito en ese proyecto, no por molestarlo sino porque realmente me preocupaba por él. Pero Lucas estaba muy seguro de lo que decía: me habló de las veces que se había fijado en los trucos de los actores porno, que sabía que podía hacerlo tan bien como ellos, y en la más absoluta confidencialidad, me enseñó el que era su mayor secreto, y que también a mí me convenció.
El tipo tenía una colección de videos caseros increíble, todos ellos grabados mientras tenía sexo con un montón de tíos diferentes (al parecer, tenía más éxito como playboy del que yo pensaba, jeje). Pero no sólo se dedicaba a grabarse mientras follaba, sino que había decidido usar en todos ellos las técnicas que él pensaba eran propias de actores porno, y la verdad es que al maricón se le veía muy seguro delante de la cámara, y trincando como todo un profesional. La verdad, hasta a mí me convenció, y eso que el porno gay a mí ni me va ni me viene.
En fin, que aquello sólo fue una anécdota, porque con mi opinión o sin ella, Lucas ya tenía pensado lo que iba a hacer, y con algunos de aquellos videos caseros se presentó en varias productoras de cine x, y tras pasar algunos castings, ha conseguido ir abriéndose camino en la industria del porno. Desde entonces ha ganado en todos los sentidos, porque no sólo ha conseguido unos buenos ingresos con cada una de sus actuaciones sino que, y es la razón por la que cuento su historia en este blog, gracias a este trabajo se cuida mucho más, practica más deporte y controla su alimentación, hasta el punto de que se ha convertido en un tío cachas mucho más atractivo que antes; eso, sin contar lo que ha ganado en confianza en sí mismo, que es sin duda el primer paso para sentirse bien con uno mismo, y que así te vean los demás.